Al amanecer del domingo 16 de septiembre de 1810, Hidalgo mandó tocar la campana de la parroquia para llamar la atención de la gente que estaba en la plaza del pueblo, y los convocó para iniciar el levantamiento armado.
Este acontecimiento se conoce como el grito de Dolores y fue el comienzo de una guerra que duró once años, de 1810 a 1821.
La mayoría iban armados con palos, piedras, machetes y los instrumentos que utilizaban para sembrar la tierra.
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